Mercado Puerta de la Carne
Sevilla San Bernardo fue la estación de cabecera de la línea ferroviaria de Sevilla a Jerez y Cádiz. En un primer momento perteneciente a esta Compañía, pasando después a formar parte de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces.
Esta estación tuvo un primer edificio de viajeros de tipo provisional. En el año 1886, y ante el progresivo aumento de circulaciones y viajeros, se elaboró un primer proyecto de edificio y de mayores dimensiones. Este primer proyecto proponía una planta rectangular y alargada, que correspondía a la tipología de estación tránsito, a pesar de que se trataba de una estación término o de cabecera en ese momento.
En la fachada de las vías contaba con un hangar o cubierta metálica para cubrir el espacio comprendido por los dos andenes y las cuatro vías de la estación. Frente a la fachada de la población y patio de carruajes se abría una plaza que enlazaba con una avenida de nueva creación.
Este proyecto de 1886 fue aprobado en el año 1889, aunque antes de su construcción se realizaron modificacines que afectaban a la distribución del espacio interior.
El edificio de estilo ecléctico se estructura a través de cinco cuerpos, tres de los cuales -los extremos y el central- son de dos plantas y se rematan con cubiertas a cuatro aguas. Los dos intermedios son de planta baja con cubierta plana. Dentro del lenguaje ecléctico se combinan elementos de estilo clásico y renacentistas.
La estructura metálica que conforma el hangar consta de doce cerchas de tipo Dion, que consistía en una cercha en arco sin articulaciones en los apoyos. Un linternón de 7 metros de ancho, dividido en dos tramos independientes, recorre la parte central del hangar para dar más luz a la zona de los andenes. Los cuchillos extremos formaban unos hastiales acristalados con montantes y riostras, quedando divididos en once ventanales de diferente altura.
El edificio en general transmite una sensación de estabilidad, debido sobre todo a su marcada horizontalidad y simetría. La disposición de sus volúmenes, así como la contención en los recursos ornamentales consiguen conjugar perfectamente sobriedad y elegancia en sus formas con la máxima funcionalidad de sus espacios.
Tras su cierre al tráfico ferroviario en 1991, y tras una reciente rehabilitación y reforma, se ha convertido en la sede de un mercado de abastos y de otros servicios de restauración y ocio, Mercado Puerta de la Carne, con una treintena de puestos de alimentación.