Segovia
Si se ha llegado a esta estación, ya es un motivo de reconocimiento al viajero. Esta pequeña estación, prácticamente desconocida para el público general, es una de las pocas estaciones declaradas BIC (Bien de Interés Cultural), la máxima protección para un bien cultural, desde el año 1892.
¿Qué se puede encontrar interesante? Sin duda, el ambiente o paisaje ferroviario, que de no ser por las modernas unidades de Cercanías, nos podría retrotraer 40, 50 o 60 años atrás. El edificio de viajeros, cumple los cánones establecidos para el resto de estaciones de la línea, e incluso con otras que su promotor Miguel Muruve llevó a cabo en la provincia de Barcelona. Cuenta con un salón real que unido al esmerado cuidado en las decoraciones de las marquesinas, da una idea de la influencia que la familia real sobre la estación.
Cerca de las toperas, se encuentran vestigios de muelles de ganados, varios galpones, silos, etc. En el extremo opuesto, amenazando ruina, el depósito con rotonda, y contiguo al edificio de viajeros, un muelle para carros de combate, vinculado a la cercana Base Mixta del Ejército de Tierra.
En el entorno destacar el puente de hierro que da nombre al barrio, y que forma parte de la clausurada línea Segovia-Medina, que unos metros después se convierte en la Vía Verde Valle del Eresma. Pero sin duda lo que puede redondear es el viaje por el bucólico paisaje de la Sierra de Guadarrama desde Villalba.
Y sí, Guiomar tiene un vínculo con esta estación, con el ferrocarril y Antonio Machado, pero el nombre se ha adjudicado a su hermana de alta velocidad.